Al principio era padre, fumar, estar pacheca y clavarme en el rollo de Ana, claro, eso era cuando el autocontrol estaba a tope y demás, pero no se que día falle y me entregue al monchis, después volví a fumar y más y más monchis, al principio te sientes culpable y mal y sientes que al monstruo de la ansiedad fácil lo controlas, pero no. Bajonear es delicioso y te empacas mucha comida, chatarra sobre todo, en cantidades industriales, que si deporsi es algo malo sumale hacerlo diario, más de una vez al día! Ahora después de 6 meses de ausencia me encuentro gorda y adicta, no con 10 ó 13, sino con 18 kilos de más, y como fumadora empedernida esto resulta ser un asco, me he acomodado demasiado en (valga la redundancia) mi zona de comodidad, fumar ya no me basta y me aburre, la ropa ya no me sienta y lo que uso es poco (lo poco que me entra), en un mes regreso a clases y en noviembre se casa mi prima, a todas nos toca ser damas de honor así que ya estamos viendo lo del vestido y así, que temor! Es por eso que ahora es cuando, la boda no puede esperar, ya encontré el momento para dejarlo todo y es ahora, no hace falta pensarlo demasiado sino hacerlo, sin marihuana hasta que lo pueda controlar, sin excesos hasta que los pantalones me vuelvan a entrar y control, sobretodo mucho control.
Este blog será testigo del retorno al sendero, oh si :)

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